La elección de los suelos para cocinas más adecuados es, en ocasiones, todo un reto, ya que responde a varios motivos. Por un lado, el uso intenso que se le da al espacio y los avatares propios de la cocina. Por otro lado, hay que tener en cuenta que el suelo de la cocina es la base sobre la que se proyectarán el resto de elementos, por lo que su aspecto es muy importante para definir el estilo general de la cocina.
En suma, a la hora de elegir el pavimento adecuado debemos apostar por materiales seguros, duraderos y que se adapten a nuestras preferencias estéticas. En este artículo te contamos, con la ayuda de nuestros expertos en interiorismo y producto cerámico, cuáles son las opciones más populares. Además, te explicaremos las ventajas del porcelánico y desvelaremos cuáles son los diseños que marcan tendencia.
¿Qué suelo elijo para mi cocina?
Existen diferentes tipos de suelos de cocina, cada uno con sus peculiaridades, sus ventajas y sus inconvenientes. ¿Queremos que se ensucie lo menos posible?, ¿que se marquen poco las huellas?, ¿que sea fácil de mantener? Estas son tan solo algunas de las preguntas que nos tendremos que plantear.
A continuación, veremos cuáles son algunos de los tipos de pavimento más habituales en la cocina. Las especificaciones técnicas de cada uno de ellos nos ayudarán a escoger la opción más adecuada.
Suelo vinílico para cocina
Los suelos vinílicos de cocina imitan diferentes tipos de materiales como la madera, la piedra o el metal mediante una imagen impresa sobre una superficie de vinilo. Son populares por su relación calidad-precio, su facilidad de instalación y por la fidelidad con la que imitan las texturas de las superficies originales.
Sin embargo, a pesar de que el material ha mejorado con los años, el vinilo puede deformarse por el calor y rayarse con facilidad. Además, la luz solar daña la impresión al cabo del tiempo, un punto a tener en cuenta si la cocina recibe luz natural de forma continua.
Suelos laminados
Los suelos laminados son una opción recurrente en cocinas por su resistencia y aguante ante el paso del tiempo. Los más comunes son los de aspecto madera pero existen otros acabados como los que imitan el diseño del mármol. Se trata de una solución mucho más económica que los materiales naturales y que, además, requiere un mantenimiento menor.
Sin embargo, una de sus desventajas es que no se pueden reparar, así que si se araña, se astilla o se deteriora una junta hay que sustituir la pieza entera. Además, el contacto directo con el agua puede manchar el suelo si no se seca inmediatamente e incluso dañarlo si el líquido se filtra por toda la pieza.
Suelos de cemento
Los suelos de cemento han ganado protagonismo durante los últimos años. Ya sean de microcemento o de hormigón pulido destacan por su aspecto minimalista -una superficie continua sin juntas visibles- y su capacidad para integrarse en estilos como el industrial o incluso el nórdico.
En los últimos años, además, se ha ampliado su variedad cromática más allá del gris. Son resistentes y pueden aplicarse sobre superficies ya existentes. En el caso del microcemento necesitan de un cuidado específico, más aún en un espacio tan exigente como la cocina.
Azulejos porcelánicos
Los azulejos de gres porcelánico son a día de hoy una de las opciones más recomendables tanto por su variedad de aspectos como por su resistencia. Aguantan a la perfección la actividad del día a día y se adaptan a todo tipo de cocinas, ya sean interiores o exteriores, grandes o pequeñas.
Están disponibles en diseños muy diversos que reproducen al detalle las texturas y los patrones de cada material: el veteado, el desgaste, las variaciones naturales del color… Esto nos permite diseñar nuestra cocina a medida según nuestras preferencias.
Ventajas de los pavimentos porcelánicos en la cocina
Las ventajas técnicas de los suelos porcelánicos frente a otros materiales los convierten en una opción hecha casi a medida para espacios como la cocina.
Su fácil limpieza y mantenimiento es uno de sus principales atractivos en un espacio que se ensucia con facilidad.
El porcelánico tiene una porosidad casi nula, por lo que no absorbe la humedad, las manchas no se adhieren y resiste el derrame de agua y otros líquidos que pueda haber en la cocina.
La alta resistencia y durabilidad del porcelánico también son características muy convenientes, dado que el pavimento de una cocina sufre golpes, cambios de temperatura y arañazos accidentales.
Además, existen acabados antideslizantes que mejoran la seguridad ante resbalones.

Altea
Diseños de suelos para cocinas con porcelánico
Los diseños disponibles son casi infinitos: del efecto mármol o piedra natural, al diseño madera, de la estética del cemento a la del terrazo. Encontramos también piezas decorativas con patrones y dibujos geométricos que permiten resaltar el pavimento de la cocina… En definitiva, una variedad diseñada para poder adaptarse al mayor número de estilos posibles.
Suelos hidráulicos para cocina
El azulejo porcelánico aspecto hidráulico recupera un clásico y lo actualiza con nuevos diseños y prestaciones técnicas que posibilitan su aplicación también en cocinas. Este pavimento simula los antiguos diseños artesanales e incorpora nuevos, con diferentes juegos geométricos y florales o con combinaciones de ambos. Aporta color, dinamismo y es uno de los imprescindibles en las cocinas de estilo vintage.
Un buen ejemplo es nuestra colección Alhambra, disponible en dos versiones con mayor protagonismo del azul o del verde. Les acompañan otros colores como el rojo y amarillo que dan vida a piezas muy creativas.

Danube
Azulejos porcelánicos efecto madera
Los suelos efecto madera reproducen a la perfección los detalles de la madera natural con todas las ventajas del gres porcelánico. Pueden instalarse en la cocina para conseguir un resultado muy cercano al que obtendremos si instalamos parquet, pero sin preocuparnos por el mantenimiento o por estar expuestos a la humedad o a las salpicaduras.
Suelos blancos para la cocina
Los suelos blancos son unos de los más utilizados en cualquier espacio y la cocina no es una excepción. Al ser una tonalidad completamente neutra combina con cualquier elemento que tenga alrededor. Además, proporciona la sensación de higiene y limpieza característica de los azulejos de color blanco. Colecciones de gres porcelánico como Studio presentan una superficie homogénea y una tonalidad marfil adecuada para todo tipo de cocinas.

Whisper
Suelos para cocinas rústicas
Las cocinas rústicas vuelven con fuerza y los azulejos porcelánicos son un gran aliado en su diseño. Este tipo de cocinas destacan por su calidez y por esa sensación acogedora que invita a disfrutar del espacio en familia. Entre los pavimentos que potencian el estilo rústico de la cocina destacan los azulejos imitación barro cocido. Estas baldosas suavizan su diseño al tiempo que ofrecen unas prestaciones técnicas idóneas.

Rug
Suelos de piedra o mármol para un espacio atemporal
Las texturas naturales vuelven a ser protagonistas en la cocina este 2025. Entre ellas destaca nuevamente el mármol, un material que es mucho más que un clásico. Los pavimentos porcelánicos imitación mármol recrean las texturas del material original al tiempo que sorprenden con nuevos diseños. Del mismo modo, los suelos de piedra tienen cabida en todo tipo de cocinas (minimalistas, nórdicas, rústicas…) gracias a su personalidad camaleónica.

Pebble
Cocinas con suelos grises
Los suelos grises destacan por su versatilidad, su elegancia y su carácter atemporal. Además, se trata de una tonalidad que disimula especialmente bien las manchas que puedan ocasionarse durante el cocinado. Al ser de una gama neutra se adaptan a todo tipo de cocinas y pueden ser más o menos oscuros o claros según nuestras preferencias. Dentro de la colección de azulejos de color gris destacan los porcelánicos tipo cemento, como el de la colección con aire industrial Attila.

Attila
Pavimento en función el tipo de cocina
Elegir un azulejo porcelánico que se adapte a nuestros gustos es esencial, pero también tendremos que tener en cuenta las características de nuestra cocina. Factores como el tamaño, la iluminación o si está abierta al salón son importantes para tomar la decisión más conveniente.
Suelos para cocinas pequeñas
Para cocinas de tamaños pequeños o con poca luz natural no hay nada como los suelos blancos o de colores claros. Un porcelánico de estas tonalidades aumentará la sensación de luminosidad y de espacio. También nos veremos limitados por el formato, ya que en el caso de espacios reducidos siempre es mejor huir de los tamaños intermedios.
Por ello, los azulejos pequeños y los suelos decorativos tipo mosaico son siempre una excelente opción. Del mismo modo, las láminas porcelánicas de gran formato ayudan a ampliar visualmente el espacio al reducir el número de juntas.
Suelos para una cocina abierta al salón
Si tenemos una cocina abierta al salón podemos optar por la continuidad y utilizar el mismo porcelánico en los dos espacios. Esto nos ayudará a integrar plenamente la cocina en el salón y, en consecuencia, a crear espacios diáfanos y más amplios. Eso sí, se recomienda reforzar la seguridad con un acabado antideslizante en la zona de la cocina.
Si nos decidimos por el contraste, delimitaremos visualmente ambos espacios a través de las baldosas. Aquí la creatividad será la protagonista: por ejemplo, podremos combinar por un pavimento porcelánico tipo piedra en el salón y otro de madera en la cocina. También podremos utilizar los azulejos de aspecto hidráulico para resaltar elementos como la isla de la cocina o la mesa del comedor.
En definitiva, el porcelánico ofrece unas ventajas innegables que son difíciles de alcanzar con cualquier otro material. Es por ello que su uso es cada vez más habitual en reformas y en cocinas de nueva construcción. ¡Consulta nuestras colecciones para descubrir la que mejor se adapte a tus necesidades!